lunes, 20 de junio de 2011

De Sólo el humo permanece

Como tuve oportunidad de comprobarlo luego, era la suya una espalda memorable: firme y suave, agridulce y tibia, brillante, sudorosa. Ninguna imperfección, ningún vestigio siquiera de las alas que, seguramente, tuvo hasta antes de su llegada a este mundo…
(Para JC, quien de alguna manera inspiró este pasaje)

3 comentarios:

  1. Una espalda memorable es todo lo que necesitas para pasar una tarde deliciosa...

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  2. De la primeras entradas que leí, siempre que vuelvo aquí paso por estas palabras. Muy bonito, alv.

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